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Publicado 2015-06-08
Si el sexo oral te resulta imprescindible, no dudes en adquirir alguno de los vibradores lengua.
De la extensa familia de los vibradores, los vibradores lengua llegan para cubrir un hueco donde hasta ahora parecía que no hacía falta nada más que este órgano al que hacen referencia. Y es que el sexo oral es, con mucho, una de las preferencias más recurrentes en las parejas.
Y siendo así, ¿cómo no idear un juguete erótico que haga más divertida y excitante esta práctica?
Pocos rituales eróticos quedan por descubrir en nuestros días pero seguramente podremos sorprendernos en un futuro ya que cada pareja elige sus tiempos para experimentar nuevas prácticas.
Muchas todavía, por diferentes motivos y todos válidos, aún no han decidido incluir juguetes eróticos en su actividad sexual. Pero sí podemos decir que el sexo oral está muy extendido y tanto hombres como mujeres disfrutan de las llamadas felaciones y cunnilingus respectivamente.
Es precisamente por esta predilección –sobre todo masculina- por recibir sexo oral que la industria fabricante no ha parado hasta lanzar los vibradores lengua. Dispositivos de acción localizada que, al aplicarse con la lengua en los genitales, no solo ejecutan la acción sino que provocan sensaciones extra acariciando con suaves toques de vibración.
No hay resistencia posible al placer añadido de usar vibradores lengua. Y eso lo intuyen quienes son verdaderos adictos al sexo oral. Porque quienes experimentan con vibradores conocen lo que son capaces de provocar, así que tardan poco en decidirse.
¿Qué más podemos decir de estos más que traviesos sex toys? Que si aún no existieran, habría que inventarlos. Pero como están disponibles en tu sex shop online de siempre, vale la pena incorporarlos a tu repertorio.
Y eso sí, aquí no distinguimos el sexo a quien van dirigidos. Los vibradores lengua pueden ser usados por ambos aunque por higiene y mayor confianza, conviene que cada uno tenga el suyo.
Y a vivir que son dos días. O dos vibradores lengua para que el sexo oral tenga más morbo si cabe, que ya es difícil pero con ellos sí que se cumple el deseo de que resulte irresistible.
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