Las medias no pueden ni deben faltar. Es una prenda sexy por excelencia a la par que delicada y adorada por las mujeres. También pueden llegar a ser una tortura mantenerlas en perfecto estado, por lo que en el mundo del erotismo, se acepta con entusiasmo que unas medias pueden estar magníficas incluso rotas. Y aquí no hablamos de panty, esa media tan cómoda para el uso diario fuera del entorno íntimo que requiere el sexo. Hablamos de las medias clásicas que llegan hasta la...
Las medias no pueden ni deben faltar. Es una prenda sexy por excelencia a la par que delicada y adorada por las mujeres. También pueden llegar a ser una tortura mantenerlas en perfecto estado, por lo que en el mundo del erotismo, se acepta con entusiasmo que unas medias pueden estar magníficas incluso rotas. Y aquí no hablamos de panty, esa media tan cómoda para el uso diario fuera del entorno íntimo que requiere el sexo. Hablamos de las medias clásicas que llegan hasta la mitad del muslo y necesitan su liguero, imprescindible. Las medias son el complemento ineludible de ciertos estilismos, de la mayoría de los disfraces y de muchas de las performances que las mujeres adoran para sí y sus parejas. Cuando hablamos de medias de rejilla, en muchos casos son panty porque así lo requiere el disfraz, por ejemplo, pero lo más sexy y demandado son las medias tal y como se inventaron hace más de 70 años, las de nylon en concreto. Èstas están casi desaparecidas de los mercados de la moda pero podemos rescatarlas para ciertas sesiones eróticas retro que entusiasmarán. Es un complemento tan sexy, que podemos disfrutar de él en mil y una variedad y estilos, desde las denominadas de novia, blancas con encaje, negras rigurosas con costura trasera años 50, rejillas de todos los calados y colores o directamente rotas para los más arriesgados juegos bizarros que quieras protagonizar. No sin mis medias.
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